Prevención y riesgos en procesos metalúrgicos
La obtención de metales implica un conocimiento exhaustivo de los riesgos que se generan. De acuerdo al Reglamento de Seguridad y Salud Ocupacional en Minería, es una obligación preparar estándares, procedimientos y prácticas para un trabajo preventivo. El PhD Pekka Roto, Jefe Médico del Instituto Regional de Tampere de Salud en el Trabajo, Finlandia, detalla algunos aspectos de la recuperación de metales y sus riesgos.
En la producción y refinación de metales, una serie de reacciones físico-químicas distintas separan los componentes valiosos de las materias inservibles. El producto final es un metal que contiene cantidades controladas de impurezas. La fundición y refinación primarias producen metales directamente a partir de concentrados de mineral, mientras que la fundición y afino secundarios los producen a partir de chatarra y residuos de procesos. La chatarra está formada por fragmentos y piezas de componentes metálicos, barras, virutas de torno, chapas y alambre que están fuera de especificación o desgastados pero pueden reciclarse.
Para producir metales refinados se utilizan generalmente dos tecnologías de recuperación, los procesos pirometalúrgicos y los hidrometalúrgicos. En los primeros se utiliza calor para separar los metales deseados de otros materiales. En estos procesos se aprovechan las diferencias entre potenciales de oxidación, puntos de fusión, presiones de vapor, densidad o miscibilidad de los componentes del mineral cuando se funden. Las tecnologías hidrometalúrgicas se diferencian de los procesos pirometalúrgicos en que los metales deseados se separan de otros materiales utilizando técnicas que aprovechan las diferencias de solubilidad o entre las propiedades electroquímicas de los constituyentes mientras se encuentran en solución acuosa.
Riesgos y su prevención
La prevención de los riesgos para la salud y los accidentes en la industria metalúrgica es fundamentalmente una cuestión educativa y técnica. Los reconocimientos médicos están en segundo plano y solo desempeñan un papel complementario en la prevención de los riesgos.
Con miras a prevenir los riesgos para la salud es sumamente útil mantener un intercambio de información y colaboración armonioso entre los departamentos de planificación, línea, seguridad y medicina del trabajo. Las medidas preventivas mejores y más baratas son las que se adoptan en la etapa de planificación de una nueva planta o proceso.
Al planificar las nuevas instalaciones de producción, hay que tener en cuenta al menos los siguientes aspectos:
- Se ha de confinar y aislar las fuentes potenciales de contaminantes aéreos.
- El diseño y ubicación del equipo de proceso debe permitir un fácil acceso para las operaciones de mantenimiento.
- Las áreas en que pueden aparecer riesgos súbitos e inesperados deben supervisarse continuamente.
- Han de existir señales e indicaciones de advertencia apropiadas. Por ejemplo, las zonas en que pudiera darse exposición a arsenamina o ácido cianhídrico, deben ser objeto de continua vigilancia.
- La adición y manipulación de los productos químicos tóxicos utilizados en el proceso debe planificarse de manera que se evite la manipulación manual.
- El control de higiene industrial debe incluir dispositivos de muestreo personal con el fin de evaluar la exposición real de cada trabajador siempre que ello sea posible. El control fijo y regular de gases, polvos y ruidos ofrece una visión general de la exposición, pero su papel en la valoración de la dosis de exposición es solo complementario.
- En la planificación del espacio, hay que tener en cuenta las necesidades de futuros cambios o ampliaciones del proceso, de manera que no se deterioren los niveles de higiene industrial de la planta.
- Debe existir un sistema continuo de formación y educación del personal de higiene y seguridad, así como de los capataces y trabajadores. En especial, los trabajadores nuevos deben ser rigurosamente informados de los posibles riesgos para la salud y de cómo prevenirlos en sus respectivos ambientes de trabajo. Además, cada vez que se introduzca un nuevo proceso deberá impartirse la correspondiente formación.
- Las prácticas de trabajo son importantes. Por ejemplo, la mala higiene personal en la comida y fumar en el lugar de trabajo pueden aumentar considerablemente la exposición personal.
- La dirección de la empresa debe poseer un sistema de control de la salud y seguridad que facilite los datos adecuados para la toma de decisiones técnicas y económicas. A continuación se indican algunos de los riesgos y precauciones específicos de los procesos de fundición y refinación.
Lesiones
La industria de fundición y refinación presenta un índice de lesiones más elevado que el de la mayoría de los otros sectores. Entre las causas de estas lesiones se encuentran las siguientes: salpicaduras y derrames de metal fundido y escoria que provocan quemaduras; explosiones de gas y por contacto de metal fundido con agua; colisiones con locomotoras y vagonetas en movimiento, grúas móviles y otros equipos móviles; caída de objetos pesados; caídas desde lugares altos (por ejemplo, al acceder a la cabina de una grúa), y lesiones por resbalar y tropezar con obstáculos en el suelo y en las pasarelas.
Las precauciones consisten en una formación adecuada, equipo de protección personal (EPP) apropiado (p. ej., cascos, calzado de seguridad, guantes de trabajo y ropas protectoras); almacenamiento correcto, conservación y mantenimiento del equipo; normas de tráfico para el equipo móvil (incluida la defi- nición de rutas y un sistema eficazde aviso y señalización), y un programa de protección contra caídas.
Calor
Las enfermedades por estrés térmico, tales como el golpe de calor, constituyen un riesgo común debido principalmente a la radiación infrarroja procedente de los hornos y el metal en fusión. Esto representa un problema especialmente importante cuando hay que realizar trabajos que exigen gran esfuerzo en ambientes muy calientes.
La prevención de las enfermedades producidas por el calor puede consistir en pantallas de agua o cortinas de aire delante de los hornos, refrigeración puntual, cabinas cerradas y provistas de aire acondicionado, ropas protectoras contra el calor y trajes refrigerados por aire, que proporcionen tiempo suficiente para la aclimatación, pausas de descanso en zonas refrigeradas y un suministro adecuado de bebidas para beber con frecuencia.
Riesgos químicos
Durante las operaciones de fusión y afino puede producirse exposición a una gran variedad de polvos, humos, gases y otras sustancias químicas peligrosas. En especial, el machaqueo y la trituración de mineral puede provocar altos niveles de exposición a sílice y a polvos metálicos tóxicos (p. ej. Que contengan plomo, arsénico y cadmio). También pueden darse exposiciones al polvo durante las operaciones de mantenimiento de los hornos. Durante las operaciones de fusión, los humos metálicos pueden constituir un problema importante.
Las emisiones de polvo y humos pueden controlarse mediante confinamiento, automatización de los procesos, ventilación local y de dilución, mojado de los materiales, reducción de su manipulación y otros cambios en el proceso. Si esto no resultase adecuado, habría que recurrir a la protección respiratoria.
Muchas operaciones de fundición implican la producción de grandes cantidades de dióxido de azufre procedentes de los minerales sulfurosos y de monóxido de carbono de los procesos de combustión. Son esenciales la ventilación de dilución y la ventilación por extracción local (VEL).
Como subproducto de las operaciones de fundición se forma ácido sulfúrico, el cual se utiliza en el afino electrolítico y en la lixiviación de los metales. Puede producirse exposición a ácido sulfúrico tanto líquido como en forma de neblinas. Se requiere protección cutánea y ocular, y VEL. La fusión y refinación de algunos metales puede plantear riesgos especiales. Entre otros ejemplos están el níquel carbonilo en el afino de este metal, fluoruros en la fusión de aluminio, arsénico en la fundición y refinación de cobre y plomo, y exposiciones a mercurio y cianuro durante la refinación de oro. Estos procesos requieren sus propias precauciones especiales.
Otros riesgos
El deslumbramiento y la radiación infrarroja producidos por los hornos y el metal en fusión, pueden provocar lesiones oculares, incluso cataratas. Deben usarse gafas de montura ajustada y pantallas faciales. Los niveles altos de radiación infrarroja también pueden ocasionar quemaduras en la piel a menos que se utilicen ropas protectoras. Los altos niveles de ruido producidos por el machaqueo y la trituración del mineral, los ventiladores de descarga de gas y los hornos eléctricos de alta potencia pueden provocar pérdida auditiva.
Si no es posible confinar o aislar la fuente de ruido, deberán usarse protectores de oídos. Se deberá implantar un programa de conservación auditiva que incluya pruebas audio- métricas y formación al respecto.
Durante los procesos electrolíticos pueden presentarse riesgos eléctricos. Entre las precauciones a adoptar están los procedimientos adecuados de mantenimiento eléctrico, con bloqueo y etiquetado de advertencia; guantes, ropa y herramientas aislados, e interruptores accionados por corrientes de fugas a tierra donde se requieran. La elevación y manipulación manual de materiales puede ocasionar lesiones de espalda y de las extremidades superiores. Los medios de elevación mecánicos y una formación adecuada acerca de los métodos de elevación pueden reducir este problema.
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